Con casi cinco décadas de recorrido, el spam es un estorbo que aún persiste en nuestras casillas de email. Una de las soluciones al alcance de la mano es el botón o enlace para cancelar la suscripción y dejar de recibir esos correos, que habitualmente se agrega al pie de esas comunicaciones indeseadas.
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Sin embargo, especialistas en ciberseguridad revelan que tocarlos puede tener efectos contraproducentes y que por eso conviene tomar otros caminos.
Los peligros que se esconden al intentar huir del spam
El hábito es aparentemente inofensivo e incluso útil. Tocamos el botón “Unsuscribe” y esos correos dejarán de invadirnos. Pero hay un problema. De acuerdo a comentarios de expertos, recogidos por TechSpot, esa práctica podría traer consigo problemas de seguridad y privacidad.

¿Por qué no conviene tocar en “Unsuscribe”, según los especialistas? La razón es simple: al hacerlo, los remitentes confirman que la dirección de email está activa y que consulta los correos. En otras palabras, es una validación útil para los spammers. Con esto, en lugar de frenar con su actividad, podrían enviar más correo basura.
Los problemas no terminan allí. En ciertos casos, esos enlaces pueden dirigir a sitios fraudulentos, de phishing. Esas plataformas están diseñadas para suplantar identidades, por ejemplo la de una empresa, instando a los s a completar formularios. De este modo, roban datos sensibles, por ejemplo credenciales para acceder a diversos servicios.
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Hay más: algunos de esos botones podrían iniciar la instalación de malwares en los dispositivos. Al respecto, la fuente cita al jefe de tecnología de una firma de ciberseguridad, quien menciona que 1 de cada 644 clics en enlaces puede dirigir a sitios maliciosos.
Entonces, ¿cómo darse de baja del spam sin exponerse a riesgos?
- Usar el botón para cancelar la suscripción que muestran las plataformas: Servicios como Gmail y Outlook, entre otros conocidos para la gestión de correos electrónicos, tienen una función para este fin. En lugar de tocar los enlaces dentro de los emails, hay una opción para hacerlo junto a la dirección del remitente. Con eso, no hay necesidad de ir a ninguna web externa.
- Enviar directamente el correo chatarra a la papelera: Es recomendable marcar los correos sospechosos como spam y eliminarlos. La próxima vez, serán filtrados. En casos de persistencia, también es posible bloquear al remitente.