El café es una de las bebidas más consumidas del mundo y su presencia es casi una tradición. Ya sea para despertarse por la mañana, disfrutarlo después de una comida o sólo compartir un momento con amigos, es infaltable en la rutina de millones de personas. Sin embargo, una particular costumbre asociada a esta bebida puede resultar extraña o confusa para muchos: el vaso de agua o soda que suele acompañar la taza.
Esta práctica, que parece un simple detalle, tiene raíces profundas y está cargada de significado. En Italia, país que se considera cuna del famoso café espresso, ofrecer un vaso de agua junto a la bebida es un gesto que se extendió a cafeterías de todo el mundo. Pero, ¿por qué es tan importante este pequeño vaso de agua?
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El vaso de agua y su función a la hora de tomar café
El propósito del agua es mucho más relevante de lo que podría parecer. Su función principal es limpiar el paladar antes de tomar el café, para eliminar cualquier sabor residual que pueda interferir con la experiencia de la bebida.
Además, el agua ayuda a hidratar la boca, algo que resulta crucial porque el café puede dejar una sensación de sequedad. En este sentido, este acompañamiento actúa como un complemento clave, ya que permite que el sabor del café sea más puro y menos alterado por otros elementos.
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¿El agua se toma antes o después del café?
Una parte importante de esta tradición es el orden en el que se consume el agua. Contrario a lo que muchas personas piensan, debe beberse antes del café, no después. Para algunos baristas, esto puede ser visto como una falta de respeto o una señal de que el cliente no disfrutó la bebida.
