Edgardo Giménez es una figura clave del arte contemporáneo, de la explosión visual de los años sesenta y setenta, del ambicioso ámbito de la arquitectura, el diseño y la publicidad, del nuevo disfrute de la tecnología y más recientemente del maridaje con la moda.
Con todo orgullo se define como artista visual autodidacta y se mantuvo en la primera línea del movimiento de vanguardia que sacudió la cultura, por ejemplo, desde el Instituto Di Tella. Entre otras cosas, Giménez diseñó la Casa Azul de Jorge Romero Brest, el director del Centro de Artes Visuales del Instituto, el brillante y polémico crítico de arte que también fue el director del Museo Nacional de Bellas Artes.
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La Casa Azul -hoy de color ladrillo- que integró la exposición Transformaciones en el MoMA en 1979, es una de las tantas que diseñó en la provincia de Buenos Aires, incluyendo la suya propia. Su estilo, austero en las líneas y feliz en las ideas, es claramente reconocible en toda su obra, que viene realizando sin pausa y con brillo creciente hasta el día de hoy.
Más allá de su trayectoria interdisciplinaria, su tema favorito, ya clásico, son las Monas. Todo surgió cuando tenía siete años y su madre lo llevó al cine a ver Tarzán; la mona Chita fue un gran impacto para él y ya adulto, artista visual, la convirtió en una pieza llena de vida. Cuadros, objetos, diseños y homenajes, las monas han sido todo un lenguaje de alegría y buen humor. En mayo presentó la muestra “Fancy Monas” en la galería Calcaterra, donde se las vio con toda clase de estilos y tocados.
Sensuales como Mae West, a quien Giménez ira profundamente, o mirando de reojo con inesperada picardía. Además de las Monas, en el universo de Giménez hay panteras, gatos y otros animales de una selva irreal, además de grillos y mariposas que tendrán un probable destino de convertirse en joyas.
Con el uso de la tecnología la muestra logró producir 1942 versiones de las Monas. Y con la curiosidad y el instinto que despliega su sonrisa en todas las fotos, Edgardo Giménez formó un equipo con Jazmín Chebar para trabajar juntos en una colección diseñada por ambos. Declaran que cada prenda es tratada como una obra de arte que trasciende la moda tradicional; no solo viste, también comunica y transporta el arte a nuevos escenarios.
Edgardo Giménez ha diseñado muebles, escenografías para el cine y afiches (también exhibidos en el MoMA). Su muestra anterior, No habrá ninguno igual, de 2023 en el Malba, convocó a más de 200.000 visitantes.
